jueves, 25 de diciembre de 2014

Novena a San Expedito


Novena a San Expedito
(Se debe rezar durante 9 días)
Señor, ten piedad de mí. 
Jesucristo, ten piedad de mí. 
Señor, ten piedad de mí. 
Jesucristo, óyenos. 
Jesucristo, escúchanos. 
Padre Celestial, que sos Dios, ten piedad de mí. 
Dios Espíritu Santo, ten piedad de mí. 
Santa María, Reina de los Mártires, ruega por mí. 
San Expedito, invencible atleta de la Fe, ruega por mí. 
San Expedito, fiel hasta la muerte, ruega por mí. 
San Expedito, que todo perdiste para ganar a Jesús, ruega por mí. 
San Expedito, que fuiste atormentado, ruega por mí. 
San Expedito, que pereciste gloriosamente por la espada, ruega por mí. 
San Expedito, que recibiste del Señor la Corona de Justicia que prometió a los que le aman, ruega por mí. 
San Expedito, auxilio de los que pierden cosas, ruega por mí. 
San Expedito, patrono de la juventud, ruega por mí. 
San Expedito, auxilio de los estudiantes, ruega por mí. 
San Expedito, modelo de soldado, ruega por mí. 
San Expedito, patrono de los viajeros, ruega por mí. 
San Expedito, salvación de los enfermos, ruega por mí. 
San Expedito, consolador de los afligidos, ruega por mí. 
San Expedito, apoyo fiel de los que esperan en vos, ruega por mí. 
San Expedito, yo te suplico, no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, ven a mi auxilio. 
Jesús, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdóname Señor. 
Jesús, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchame Señor. 
Jesús, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de mi Señor. 
Jesús, óyeme. 
Jesús, escucha mi oración. 
Que mi voz llegue a ti, Señor.

Padre nuestro que estas en el cielo
Santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino,
Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día
Perdona nuestras ofensas 
Como nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.

Dios te salve María, llena eres de gracia
El señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres
Y  bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, madre de Dios,
Ruega por nosotros pecadores
Ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al Padre, 
Gloria al Hijo
Gloria al Espíritu Santo.
Como era en un principio 
Ahora y siempre
Por los siglos de los siglos.
Amén.

Oración a San Expedito


San Expedito, Dios te dio la gracia de conocer a Jesucristo, tu que aceptaste la muerte con valentía por causa del Evangelio, San Expedito patrón de las causas justas y urgentes, intercede por mí, aboga por mí, ante Dios Nuestro Señor, para que en estas horas de aflicción y desesperanza acuda en mi socorro, San Expedito, tu Santo guerrero, Santo de los afligidos, ayúdame y otórgame fuerza y coraje en estos momentos, protégeme de todos aquellos que puedan perjudicarme a mí o a mi familia, devuélveme la paz y la tranquilidad. San Expedito, tu que lleno de dolores recibiste la gracia de Dios, tu que te entregaste con todo tu corazón en la fe de Jesucristo ayúdame a no caer en la tentación de no estar al servicio del señor, intercede por mí para que persevere en la fe de Cristo, San Expedito patrón de las causas justas dame tu gracia para que mi problema se solucione (En este momento hagamos nuestro ruego) y estaré agradecido por el resto de mi vida y propagare tu nombre a todos los que tienen fe. Que tu valiosa intercesión haga que contemos siempre con el amparo de la Virgen María, ya que por ella recibimos a Cristo, el autor de la vida, que vive y reina por los siglos de los siglos. 
Amén.

Oración a San Expedito para superar las pruebas


¡Señor Jesús acudo a tu auxilio!
¡Virgen Santísima socórreme!
San Expedito, tu que lleno de valor abriste tu corazón a la gracia de Dios
y no te dejaste llevar por la tentación de postergar tu entrega, 
ayúdame a no dejar para mañana lo que debo hacer hoy por amor a Cristo.
Ayúdame desde el cielo a renunciar a todo vicio y tentación con el poder que Jesús me da.
Que sea yo diligente, valiente y disciplinado al servicio del Señor,
y no me acobarde ante las pruebas.
Tú que eres el santo de las causas urgentes,
te presento mi necesidad (intención). 
Sobre todo te pido que intercedas por mi para que persevere en la fe, 
y así llegue al gozo del cielo con Cristo, 
con la Virgen María, los ángeles y los santos. Amén.

Oración a San Miguel Arcángel


San Miguel Arcángel, 
Defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
Contra las perversidad y asechanzas
Del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
Y tu príncipe de la milicia celestial
Arroja al infierno con el divino poder
A Satanás y a los otros espíritus malignos
Que andan dispersos por el mundo
Para la perdición de las almas.

Amén.

San Miguel Arcángel, ruega por nosotros.

Oración de Navidad


Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.

Al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de TI.

Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.

Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.

Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, las amistades nuevas y los antiguos amores, los más cercanos a mí y los que estén más lejos, los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.

Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón, perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado.

Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir sin entusiasmo.

También por la oración que poco a poco fui aplazando y que hasta ahora vengo a presentarte.

Por todos mis olvidos, descuidos y silencios nuevamente te pido perdón.

En los próximos días iniciaremos un nuevo año y detengo mi vida ante el nuevo calendario aún sin estrenar y te presento estos días que sólo TÚ sabes si llegaré a vivirlos.

Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.

Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz.
Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.

Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y las comparta a mi paso.
Colmame de bondad y de alegría para que cuantos conviven conmigo o se acerquen a mi encuentren en mi vida un poquito de ti.

Danos un año feliz y enséñanos a repartir felicidad.
Amén.

Gloria al Padre
Gloria al hijo
Gloria al Espíritu Santo.
Como era en un principio,
Ahora y siempre
Por los siglos de los siglos.
Amén.

Oración para hablar con Dios


Señor
Aquí estoy delante de Ti, 
para ponerme en tus manos:
Para decirte que te amo
 y que sin Ti mi vida es muy difícil.

Concédeme el perdón por todas mis faltas 
y todo aquello con lo cual te he ofendido.

Ayúdame a ser mejor todos los días, 
yo sé que puedo mejorar muchas cosas.

Perdóname sobre todo,
Si he hecho daño a alguien 
y Bendice a quien haya hecho sufrir con mis actitudes.

Dame un corazón nuevo Señor,
para poderte amar como tú quieres.

Amado Señor, 
quiero agradecerte por este día 
y por todas las cosas lindas
Que me has regalado.

Especialmente te doy gracias,
Por creer en mí 
y por darme hoy
Otra nueva oportunidad para vivir
 y para ser mejor.

Padre Bueno
Dame el pan de cada día; 
sobre todo dame la alegría
Necesaria para poder vivir; 
dame la esperanza
Para no llenarme de temor
en los momentos de dificultad; 
dame la fe
Para saber que nunca me abandonarás
y dale a mi corazón toda la paz
y serenidad que necesita 
para afrontar los momentos difíciles de la vida.

Yo te amo Señor 
y quisiera demostrártelo con mi propia vida.

Si Tú me ayudas todo es más fácil.

Me pongo en tus manos Señor,
 por intermedio de la 
Santísima Virgen María Auxiliadora, 
Nuestra Madre Admirable 
y en tus manos pongo también a los míos,
para que los protejas y los ayudes siempre.

Bendíceme y guíame Señor
En este nuevo día, 
no permitas que me aleje de Ti.

Amén.

Oración a Jesús Nazareno


Oh Jesús nazareno, 
Brazo fuerte y protector mío
No me abandones en tan
Apurado trance
Padre mío protege a esta alma
Pobre y abandonada
No desoigas Jesús mío, Las suplicas 
De este corazón triste y afligido
Lleno de amor por ti
Que eres mi padre y protector
Mis suplicas llenas de amor
No pueden menos que llegar a ti
Que eres el brazo fuerte y protector
Que todo lo puedes
Jesús mío, Jesús de mi alma
Jesús crucificado, espejo de luz
Ven a mí con tu corona de espinas
Con tu costado abierto
Con tu soga en la garganta y la cintura
Jesús mío que tus ojos vean
Y tus oídos escuchen
El favor tan especial 
Que te pido en esta oración
Padre bueno, Padre de amor
Padre de bondad, bendícenos cada día
Gloria al Padre
Gloria al Hijo
Gloria al Espíritu Santo
Como era en un principio
Ahora y siempre
Por los siglos de los siglos
Amén.

Oración de Limpieza espiritual


Señor Jesús, en tu nombre
Y con el poder de tu sangre preciosa
Yo limpio y purifico toda interferencia
Y toda acción del maligno, toda
Contaminación de la fuerza de la
Oscuridad del mal, toda presencia
Directa o indirecta de Satanás
Que haya contaminado mi vida
Espiritual, familiar, física, laboral, material, social,
En fin, terrenal; y la envío a los pies de tu cruz
Atada y encadenada, amordazada, enceguecida
Y ensordecida por la cadena del Santo Rosario
Y que por favor desde el sagrario 
Más cercano, vengan rayos eucarísticos
Con lo unción y la gracia del 
Espíritu Santo a llenar los vacíos que haya
Quedado en cada una de estas áreas
De mi vida para gloria tuya y
Salvación nuestra.
Amén.

martes, 23 de diciembre de 2014

Plegaria por la ausencia de un ser querido


Se fue Señor,
al encuentro contigo
se fue en silencio, con la paz
y la ternura en su mirada,
reflejo sereno de quien ha entrado
en el camino de la vida sin fin
se fue con la confianza puesta en ti,
con la alegría de quien ha cumplido
una hermosa misión sobre la tierra.
Gracias, Señor, porque 
tenemos la certeza que está gozando
de tu infinito amor de Padre.
Amén.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Salmo 121, Dirijo la mirada hacia los montes


Dirijo la mirada hacia los montes
¿De dónde me llegará ayuda?
Mi socorro viene del Señor,
Que hizo el cielo y la tierra.
No deja que tu pie de un paso en falso,
No duerme tu guardián
Jamás lo rinde el sueño o cabecea
El guardián de Israel.
El Señor es tu guardián y tú sombra,
El Señor está a tu diestra.
Durante el Día el sol no te maltratará,
Ni la luna de noche.
Te preserva el Señor de todo mal,
Él guarda tu alma,
Él te guarda al salir y al regresar,
Ahora y para siempre.
Amén.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Oración a Jesús Señor de la Buena Esperanza


Oh Jesús de la Buena Esperanza, Redentor de mi alma, Señor de los cielos y de la tierra, vengo a Ti atraído por tu paternal amor. ¿Quién sino Tú podrá curar mis dolencias? Me acerco a tu santo templo como a la fuente de tus bondades. Favoréceme con tus auxilios, purifícame con tu mirada como lo hiciste con tu apóstol Pedro, sáname de las mortales heridas que el pecado ha dejado en mi alma.

Yo bien sé que todos los que han solicitado ante tu imagen tus divinos favores han sido socorridos y que no hay quién no haya experimentado tus consuelos, ni salido de tu presencia sin esperanzas.
Lleno de la mayor confianza te pido por la Santa Iglesia hoy perseguida y calumniada, por el Papa, por los obispos, por los sacerdotes, por los pobres y por la dificultad en que actualmente me encuentro y que Tú sabes cuál es. Rendidamente la coloco en tus manos misericordiosas para que las bendigas y las santifiques. Estoy dispuesto a aceptar ante todo lo que dispongas porque eso será lo mejor para mí. Si lo que te pido no ha de ser para bien de mi alma, dame entonces la gracia de entenderlo y así aceptarlo gustosamente. Sé, pues, mi sostén, mi guía, mi bien, mi esperanza. 
Amén.

Oración a Jesús de la Buena Esperanza


¡Oh Jesús de la Buena Esperanza!  Amabilísimo redentor de nuestras almas, Señor del cielo y de  la tierra; me presento ante Ti, atraído por tu paternal amor. ¿Quién  sino Tú, podrán curar mis dolencias? Me acerco pues a tu templo como a la piscina de tus bondades: favoréceme con tu auxilio.
Purifícame con  una mirada como lo hiciste Pedro. Cabeza de la iglesia; sácame de las mortales heridas que el pecado causado en mi alma; Yo bien sé. Oh Jesús de la Buena Esperanza. Mi Señor y mi bien, que todos los que me han solicitado ante tu imagen tus divinos favores han sido socorridos; no hay, Oh Jesús de la Buena Esperanza, mi Señor y mi bien, uno solo que haya experimentado tus misericordias. Y ¿por qué he de salir desconsolado de las súplicas que te hago?  Lleno de la mayor confianza  te pido, Señor, dirijas una mirada compasiva sobre tu Iglesia, mírala tan perseguida atacada por tantas impiedades que se han levantado  sobre ella. Oye la súplica que en particular te hacen tus hijos; y dales a los fieles difuntos el gozo de contemplarte de una vez para  siempre, especialmente a los que han sido más devotos del precio de tu Redención y de los dolores de tu Santísima Madre María.
Amén.

martes, 9 de diciembre de 2014

Oración a la Divina misericordia


Señor yo no sé lo que deba pedirte, solo tú sabes lo que nos hace falta. Nos amas más de lo que nosotros mismos pudiéramos amarnos. ¡Ay padre! da a esta desventurada criatura tuya lo que ella no sabe por si misma pedirte. Ante ti me presento, te abro mi corazón: ve las necesidades que tengo, pero tu señor procede con toda tu misericordia, todas tus voluntades adoro sin tratar de penetrarlas. Nada digo, me ofrezco, me sacrifico, me abandono a los designios que con relación a mi tengas formados. No habré de tener más deseos que cumplir con tu voluntad santa.

¡oh Jesús mío! enséñame a orar.  Si has tenido a bien dejarme vivir; no permitas que esté más lejos de tu servicio.  Santo, Santo, Santo es el Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de tu gloria, y en medio de tanta grandeza, escucharás mis peticiones, porque eres mi Dios, porque al llamarte Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, pongo en ti toda mi confianza y mi fe y espero el cumplimiento de tu palabra.

Hoy he dicho Santo, Santo, Santo, pues la peste no emponzoñará mi aliento, la desnudez, la miseria, el hambre, no llegarán a mis puertas, el rayo no caerá sobre mi cabeza, el huracán, el temblor, la centella y el incendio me respetarán y mis enemigos temblarán en mi presencia pues verán en mi el auxilio divino.
Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. 
Amén.

Oración a Jesús misericordioso


Señor Jesús,
En la cruz manifestaste
Tu obediencia al padre
Y tu voluntad de salvación universal:
Venimos a implorarte perdón
Y a darte gracias por tu amor.
Queremos hacer conocer tu evangelio
Mediante las obras de misericordia
Para la conversión de los pecadores,
El consuelo de los afligidos,
Y la asistencia a los pobres y enfermos.
Envíanos tu espíritu santo,
Pues necesitamos sanar nuestra
Libertad humana
Para construir un mundo donde
Reine la misericordia
Y se anticipe el banquete definitivo.
Ayúdanos a dar testimonio de fe y esperanza
Delante de nuestros hermanos,
Varones y mujeres,
Para que comprendamos todos
Que la felicidad perfecta se encuentra en ti.
Indícanos el camino hacia el padre,
Para llegar a adorar
El misterio de la trinidad
Junto a maría y los santos. 
Amén.

Oración a Jesús de la Divina misericordia


Jesús misericordioso,
Tu bondad es infinita
Y los tesoros de tu gracia son inagotables.
Me abandono a tu misericordia que supera todas tus obras,
Me consagro enteramente a ti
Para vivir bajo los rayos de tu amor
Que brotaron de tu corazón
Traspasado en la cruz.
Quiero dar a conocer
Tu amor misericordioso
Por medio de las obras de misericordia
Corporales y espirituales.
Más tú me protegerás,
Pues todo lo temo de mi debilidad
Y todo lo espero de tu piedad.
Que la humanidad comprenda
Tu infinita misericordia,
A fin de que poniendo su confianza en ella,
Pueda alabarte por toda la eternidad. 
Amén.

Oración al Señor de la misericordia


Oh señor mi dulce amigo
Cuatro cosas hoy te pido
Con mucha necesidad.

Paciencia para sufrir
Fuerza para trabajar
Valor para resistir
las penas que han de venir
Y me han de mortificar.

Temperamento sereno
Para poder resolver
Las cosas con santa calma.

Y así tener en el alma
Perfecta tranquilidad.

Esto tengo que pedirte
Oh mi Jesús adorado
En este día consagrado
Para adorarte y servirte
Por siempre.

Amén.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Consagración al Señor de los milagros


¡Señor de los Milagros! Porque te amo, he venido a visitarte para alabarte, para bendecirte, para darte gracias por tantos favores como me has concedido.

¡Señor de los Milagros! Porque te amo, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido y con los cuales te he crucificado de nuevo en mi corazón; yo te prometo comenzar desde hoy una vida nueva.

¡Señor de los Milagros! Porque te amo, quiero amarte también presente en cada uno de mis hermanos.

¡Señor de los Milagros! Porque te amo, he venido a suplicarte como leproso del Evangelio: Señor, si quieres puedes curarme. (Mc 1,40) Cúrame, Señor, de la enfermedad del pecado y de las demás enfermedades que me hacen sufrir.

¡Señor de los Milagros! Porque te amo, yo me consagro a tu servicio con mi familia, con mis seres queridos, con mis trabajos, mis estudios, mis problemas y mis alegrías.

¡Señor de los Milagros! Porque te amo, yo quiero vivir siempre contigo durante la vida, para vivir siempre contigo en el cielo.

¡Oh María, Madre la que desata los nudos! Presenta tú misma esta consagración a tu divino hijo.

Amén.

Oración por los enfermos 4


Señor Jesús, creemos que estás vivo y resucitado.
Creemos que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar y en cada uno de nosotros. Te alabamos y te adoramos. Te damos gracias, Señor, por venir hasta nosotros como pan vivo bajado del cielo. Tú eres la plenitud de la vida. Tú eres la resurrección y la vida. Tú eres, Señor, la salud de los enfermos.

Hoy queremos presentarte a todos los enfermos que leen esta oración, porque para Ti no hay distancia ni en el tiempo ni en el espacio.
Tú eres el eterno presente y Tú los conoces. Ahora, Señor, te pedimos que tengas compasión de ellos. Visítalos a través de tu Evangelio proclamado en este libro para que todos reconozcan que Tú estás vivo en tu Iglesia hoy; y que se renueva su fe y su confianza en Ti; te lo suplicamos, Jesús.

Ten compasión de los que sufren en su cuerpo, de los que sufren en su corazón y de los que sufren en su alma que están orando y leyendo los testimonios de lo que Tú estás haciendo por tu Espíritu renovador en el mundo entero.

Ten compasión de ellos, Señor. Desde ahora te lo pedimos. Bendícelos a todos y haz que muchos vuelvan a encontrar la salud, que su fe crezca y se vayan abriendo a las maravillas de tu amor para que también ellos sean testigos de tu poder y de tu compasión. Te lo pedimos, Jesús, por el poder de tus santas llagas, por tu santa cruz y por tu preciosa sangre. Sánalos, Señor, sánalos en su cuerpo, sánalos en su corazón, sánalos en su alma. Dales vida y vida en abundancia. Te lo pedimos por intercesión de María Santísima, tu madre, la Virgen de los Dolores, quien estaba presente, de pie, cerca de la cruz. La que fue la primera en contemplar tus santas llagas y que nos diste por madre.

Amén.

Oración por los enfermos 3


Señor Jesucristo, que para redimir a los hombres y sanar a los enfermos quisiste asumir nuestra condición humana; mira con piedad a (Nombrar a la persona), que está enfermo y necesita ser curado en el cuerpo y en el espíritu.
Reconfórtalo con tu poder para que levante su ánimo y pueda superar todos sus males; y, ya que has querido asociarlo a tu Pasión redentora, haz que confíe en la eficacia del dolor para la salvación del mundo.

Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

Oración por los enfermos 2


Oh querido y dulce Niño Jesús: he aquí un pobre enfermo que, movido por la más viva fe, profundamente invoca tu divina ayuda en favor de su enfermedad.
En Ti pongo toda mi confianza. Sé que tú todo lo puedes y que eres muy misericordioso, la misma misericordia infinita.

Grande pequeñito, por tu virtud divina, por el inmenso amor que tienes a los que sufren, a los afligidos, a todos los necesitados, escúchame, bendíceme, socórreme, consuélame.


Amén.

Oración por los enfermos


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

Amén.

martes, 25 de noviembre de 2014

Oración para pedir la salud de un enfermo


Padre nuestro, que estás en los cielos, al igual Que el sol ilumina la
tierra y le da color y vida, él Nos recuerda tu amor. Porque es en ti
en quien vivimos, Nos movemos y existimos.

De la misma manera que has
estado entre nosotros muchas veces. A la hora de la dificultad, en el
pasado, continúa bendiciéndonos ahora con tu ayuda. Mira, Señor, con
bondad lo que se está haciendo en provecho mío.

Guía con sabiduría al
médico y todos los que cuidan de mis necesidades. Préstales tu fuerza
curativa, para que me sea devuelta la salud y la fortaleza. Y te daré
gracias Por tu generoso y solícito cuidado. Por Cristo Nuestro Señor.

Amén.

Oración para pedir la salud de un enfermo


Oh Niño Jesús, dueño de la vida y de la muerte, aunque indigno y pecador, me postro ante Ti para implorar la salud de (se nombra a la persona para quien se pide la gracia), a quien tanto amo.
La persona que te encomiendo sufre mucho, afligida por dolores, y no puede encontrar otra salida más que en tu omnipotencia, en la que pone todas sus esperanzas.

Alivia, oh médico Celeste, sus penas, líbrala de sus sufrimientos y dale perfecta salud, si esto es conforme al querer divino y al verdadero bien de su alma.

Amén.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Oración a la Virgen de Lourdes por los enfermos


¡Oh amabilísima Virgen de Lourdes, Madre de Dios y Madre nuestra! Llenos de aflicción y con lágrimas fluyendo de los ojos, acudimos en las horas amargas de la enfermedad a vuestro maternal corazón, para pediros que derraméis a manos llenas el tesoro de vuestras misericordias sobre nosotros.
Indignos somos por nuestros pecados de que nos escuchéis: pero acordaos, os diré con vuestro siervo San Bernardo, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a Vos haya sido abandonado de Vos.¡Madre tierna! ¡Madre bondadosa! ¡Madre dulcísima! Ya que Dios obra por vuestra mano curaciones sin cuento en la Gruta prodigiosa de Lourdes, sanando tantas víctimas del dolor, guardad también una mirada de bendición para nuestro pobre enfermo… Alcanzadle de vuestro Divino Hijo Jesucristo la deseada salud, si ha de ser para mayor gloria de Dios. Pero  mucho más alcanzadnos a todos el perdón de nuestros pecados, paciencia y resignación en los sufrimientos y sobre todo un amor grande y eterno a nuestro Dios prisionero por nosotros en los Sagrarios. Amén.

Virgen de Lourdes, ruega por nosotros.
Consuelo de los afligidos, ruega por nosotros.
Salud de los enfermos, ruega por nosotros.

Rezar un Avemaría.

Oración de un enfermo 2


!Oh Dios!, de mi debilidad y mi fortaleza,
de mi tristeza y de mi alegría,
de mi soledad y compañía,
de mi incertidumbre y esperanza.
En la noche de mi enfermedad
me pongo en tus manos, Padre:
Alumbra esta oscuridad con un rayo de tu Luz,
abre una rendija a mi esperanza,
llena con tu Presencia mi soledad.

Señor, que el sufrimiento no me aplaste,
para que también ahora
sienta el alivio de tu Amor
y sea agradecido a la generosidad
de cuantos sufren conmigo.
Amén

Oración de un enfermo


Señor, Tú conoces todo y sabes que Te amo. Ayúdame a tener siempre
en cuenta mi limitación humana y mi debilidad. Dame un espíritu
sincero y generoso de aceptación de mi dolor y enfermedad. Que tu
gracia me ayude a no encerrarme en mi mismo. Dame luz y valor para
ver tu mano bondadosa que va trabajando en mi a través de mi
enfermedad, aún sin darme yo cuenta de ello. Cuando esté triste y
deprimido, nunca permitas que falle mi confianza en Tí y en tu
gracia poderosa.

Enséñame a ser abierto, para apreciar los esfuerzos de los doctores,
de las enfermeras y de todos los que cuidan mi salud.

A veces tengo dolores, muchos dolores, sufro mucho y me parece que
no saben comprenderme, que nunca voy a salir de mis males, y la
desesperación quiere apoderarse de mi espíritu. Dame fe y fuerza
para levantar mis ojos hacia Tí, mi ayuda y mi salvación. Te pido
sigas bendiciendo este día, cuidándome con tu mirada de Padre e
iluminando a todos aquellos que hoy me visitan. ¡Gracias, Señor!
Amén.

Oración de Confianza Ante la Enfermedad


Señor Jesús, Te agradezco por el don de la vida.
Tú conoces las personas y las circunstancias que
me han formado ya sea física como emocional y
espiritualmente. Ellas, y las más íntimas experiencias
de mi mente y de mi corazón, me han hecho la persona
que soy ahora.

Perdóname, Señor, por todas las veces que te he
fallado, por mi fallos contra mi mismo y los demás.
Al mismo tiempo, perdono a todos los que me han
fallado de alguna manera y me han herido.

Ayúdame a ver que mi enfermedad tiene una parte muy
importante en mi vida. Ella me ayudará a ser plenamente
la persona que Tu quieres que yo sea. No permitas que
yo pierda o desperdicie lo que Tu quieres hacer conmigo
para hacer completa mi vida en esta tierra y para
prepara mi vida contigo en el Cielo.

Ahora yo no puedo orar de la manera que quisiera.
(Estoy dolorido, cansado confundido). Te pido que
aceptes cada respiro como un acto de amor y de
confianza en Ti.

Tu eres mi Salvador. Yo quiero descansar sobre tu amante
Corazón en la seguridad y en la paz, como un niño en los
brazos de su padre. Yo sé que Tú no me abandonarás.

Te amo, mi Señor, quisiera amarte con todo mi corazón.
Amén.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Oración al Padre Pío por los enfermos


Santo Padre Pío, ya que durante tu vida terrena mostraste un gran amor por los enfermos y afligidos, escucha nuestros ruegos e intercede ante nuestro Padre Misericordioso por los que sufren.
Asiste desde el cielo a todos los enfermos del mundo; sostiene a
quienes han perdido toda esperanza de curación; consuela a quienes
gritan o lloran por sus tremendos dolores; protege a quienes no
pueden atenderse o medicarse por falta de recursos materiales o
ignorancia; alienta a quienes no pueden reposar porque deben
trabajar; vigila a quienes buscan en la cama una posición menos
dolorosa; acompaña a quienes ven que la enfermedad frustra sus
proyectos; alumbra a quienes pasan una "noche oscura" y desesperan;
toca los miembros y músculos que han perdido movilidad; ilumina a
quienes ven tambalear su fe y se sienten atacados por dudas que los
atormentan; apacigua a quienes se impacientan viendo que no mejoran;
calma a quienes se estremecen por dolores y calambres; concede
paciencia, humildad y constancia a quienes se rehabilitan; devuelve
la paz y la alegría a quienes se llenaron de angustia; disminuye los
padecimientos de los más débiles y ancianos; vela junto al lecho de
los que perdieron el conocimiento; guía a los moribundos al gozo
eterno; conduce a los que más lo necesitan al encuentro con Dios;
bendice abundantemente a quienes los asisten en su dolor, los
consuelan en su angustia y los protegen con caridad.
Amén 

Oración a María Santísima Por la Salud de los Enfermos


Oh Virgen María, Salud de los enfermos,
que has acompañado a Jesús en el camino del Calvario
y has permanecido junto a la cruz en la que moría tu Hijo,
participando íntimamente de sus dolores,
acoge nuestros sufrimientos y únelos a los de Él,
para que las semillas esparcidas durante el Jubileo
sigan produciendo frutos abundantes en los años venideros.

Madre misericordiosa, con fe nos volvemos hacia Ti.
Alcánzanos de tu Hijo el que podamos volver pronto,
plenamente restablecidos, a nuestras ocupaciones,
para hacernos útiles al prójimo con nuestro trabajo.
Mientras tanto, quédate junto a nosotros en el momento
de la prueba y ayúdanos a repetir cada día contigo nuestro "sí",
seguros de que Dios sabe sacar de todo mal un bien
más grande.

Virgen Inmaculada, haz que los frutos del Año Jubilar
sean para nosotros y para nuestros seres queridos,
prenda de un renovado empuje en la vida cristiana,
para que en la contemplación del Rostro de Cristo Resucitado
encontremos la abundancia de la misericordia de Dios
y la alegría sin fin del Cielo.

Amén.

sábado, 22 de noviembre de 2014

Oración de Sanación


Padre Santo, en el Nombre de Jesucristo y con la intercesión de la Santísima Virgen María, de los santos ángeles, de los santos, de la Madre María de San José te presentamos a los enfermos en el alma, en la mente, en el cuerpo y en el espíritu y te pedimos para todos ellos y también para nosotros que nos sanes. Todo lo pedimos de acuerdo a tu Santa Voluntad Padre Santo, en el Nombre de Jesús, por los meritos de su Divina Infancia, por su Sangre Preciosa, por sus santas llagas, por su Resurrección que todo sea para tu gloria. Creemos en tu poder y te pedimos, oh buen Jesús que la fuerza del Espíritu Santo sea liberada ahora y que todos seamos curados.

En el Nombre de Jesús y con la intercesión de María, Rosa Mística, de los santos ángeles, de los santos y benditas animas del purgatorio, te pedimos Padre Santo que nos sanes de toda herida profunda en nuestros corazones, de todo resentimiento y rechazo, de toda carencia de amor, de depresión y de soledad, sánanos de toda carencia afectiva. Sánanos de toda frustración, fracaso, complejo y trauma, de odios, de divisiones, de envidia, de hipocresía, de ira, rabia, (especialmente de...). Llena Señor en nosotros cualquier vacío que pudiera existir con tu presencia santa y danos tu llenura. Danos tu libertad y tu amor. Danos tu paz.

En el Nombre de Jesús y con la intercesión de nuestra Madre Celestial María, Madre de la Iglesia, de los santos ángeles y santos del cielo, te pedimos Padre Santo que nos sanes de cualquier vicio que pudiéramos tener (especialmente de...), sánanos de todo miedo, temor, nerviosismo, angustia, ansiedad, e inseguridad, del orgullo y de toda soberbia. Sánanos de depresión, psicosis, obsesiones, de toda inestabilidad emocional y mental, decepción, desengaño, amargura, de rebeldía, de toda idolatría y superstición, de toda enfermedad mental, y de cualquier falta de perdón.

En el Nombre de Jesús y con la intercesión de la Santísima Virgen María, de los santos ángeles, de los santos y benditas animas del purgatorio, Padre Santo te pedimos que nos liberes de toda atadura genética de cosa proveniente de nuestros antepasados. En el nombre de Jesucristo te pedimos que cortes Padre Santo en este momento cualquier atadura de pecado transmitida por nuestros antepasados, así como cualquier maldición heredada.

En el Nombre de Jesús y con la intercesión de la Sma. Virgen María, de los santos ángeles, de los santos y benditas animas del purgatorio, te pedimos Padre Santo que nos sanes físicamente de toda enfermedad conocida o desconocida, de toda enfermedad curable o incurable. Sánanos especialmente de cáncer, de toda enfermedad glandular, de obesidad, anorexia, asma, artritis, artrosis, hígado, páncreas, vesícula, vaso, enfermedades circulatorias, de la sangre, de la presión arterial, de enfermedades en la piel, de alergias, de enfermedades respiratorias, de enfermedades estomacales, de nervios, de ansiedad, de stress, de anemia, de sida, (especialmente de...).

Gracias Padre Santo por escuchar nuestras plegarias, sabemos que tu estas actuando con tu poder y que todo lo puedes. Señor en ti confiamos y en ti esperamos. Te damos gracias por todo lo que has hecho, por lo que estas haciendo y por lo que seguirás haciendo en nuestras vidas.
Amén.

viernes, 21 de noviembre de 2014

Oración por la Paz


Señor Jesús, tú eres nuestra paz,
mira nuestra patria dañada por la violencia
y dispersa por el miedo y la inseguridad.
Consuela el dolor de quienes sufren,
da acierto a las decisiones de quienes gobiernan.
Toca el corazón de quienes olvidan que
somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte.
Dales el don de la conversión.
Protege a las familias,
a nuestros niños, adolescentes y jóvenes,
a nuestros pueblos y comunidades.
Que como discípulos misioneros tuyos,
ciudadanos responsables,
sepamos ser promotores de justicia y de paz,
para que en Ti, nuestro pueblo tenga vida digna. 
Te lo pedimos por nuestro señor Jesucristo
quien vive y reina por los siglos de los siglos,
Amén.

Gracias Dios mio


Padre Dios, te doy gracias por la vida, por el amor, por la familia, por el trabajo y por todas las bendiciones que hoy me has regalado. De manera especial quiero pedirte que me des paz en el corazón para saber responder a cada una de las adversidades que enfrento. Dame, también, inteligencia y fortaleza para saber vencer esas adversidades de la mejor manera y con la mayor sabiduría posible. Estoy seguro que puedo vencerlo todo en tu nombre por eso ahora te entrego mi corazón y te suplico que lo llenes de ti. También te pido que me cuides y protejas de todos esos que buscan dañarme con sus palabras, sus mentiras, su envidia, sus acciones perversas. Sé tú quien me defienda de ellos y quien les hagas entender cual es el camino del bien. Bendice a todos los que amo y que ahora necesitan de ti. Gracias por tu amor y por este momento en el que siento me escuchas y me ayudas. Te lo pido en el nombre de tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Un minuto con el niño Jesús


Bendíceme, Niño Jesús y ruega por mi sin cesar. Aleja de mí, hoy y siempre el pecado. Si tropiezo, tiende tu mano hacia mi. Si cien veces caigo, cien veces levántame. Si me dejas Niño, ¿que será de mi? En los peligros del mundo asísteme. Quiero vivir y morir bajo tu manto. Quiero que mi vida te haga sonreír. Mírame con compasión, no me dejes Jesús mio. Y, al final, sal a recibirme y llévame junto a Ti. Tu bendición me acompañe hoy y siempre. Amén. Aleluya.
Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Ante la Inmaculada Concepción


Reconozco y confieso
con ardiente fe
el maravilloso privilegio
de tu Inmaculada Concepción.
Elevo mi plegaria
de acción de gracias
por lo que tan maravilloso don
significa para toda la humanidad,
como efecto adelantado
de la reconciliación,
y en lo que a mí en particular respecta,
al haber iluminado tanto
mi humano peregrinar.
Te ruego, Madre amada
que me permitas unir mi voz
a la de todos aquellos
que en el mundo
y a lo largo de la historia
te proclaman
con sobria y alegre firmeza:
¡Bienaventurada!

Amén.